¿Es lo mismo la diverticulosis y la diverticulitis?

Entre las personas que carecen de formación médica es habitual la confusión entre la diverticulosis y la diverticulitis. Para ellas, vamos a explicar cuál es la línea que marca la diferencia entre una diverticulosis y una diverticulitis. Pero antes, conozcamos qué son los divertículos.

Divertículo es el término médico utilizado para describir unas protuberancias, normalmente de pequeño tamaño, que aparecen en el colon. Los divertículos son muy frecuentes y están asociados al envejecimiento. El intestino grueso se debilita y se hace más sensible con la edad, y se piensa que es la presión de las heces endurecidas la principal causante de que se formen divertículos.

Por lo tanto, la diverticulosis es un trastorno caracterizado por la aparición de divertículos en el colon. Y, por su parte, la diverticulitis se caracteriza porque, además, existe inflamación en dichos divertículos.

 

¿Qué síntomas se tienen?

Aunque para que se manifieste una diverticulitis es preciso que exista una diverticulosis previa, lo cierto es que ambos trastornos tienen una sintomatología totalmente diferente.

 

Síntomas de la diverticulosis

La mayoría de las personas con diverticulosis no presentan ningún síntoma y solo saben que tienen divertículos en el intestino grueso cuando un médico los descubre en una exploración o prueba rutinaria, realizada por cualquier otro motivo clínico.

 

Síntomas de la diverticulitis

Por el contrario, los síntomas de la diverticulitis son muy diversos:

  • Molestias o dolores en la parte baja del vientre.
  • Náuseas y/o vómitos.
  • Estreñimiento y, con menor frecuencia, diarrea.
  • Presencia de mucosidades en el recto.
  • Sangre en las heces.
  • Hemorragias rectales.

Los síntomas pueden presentarse de manera aislada o en conjunto. Además, en los casos en los que los divertículos inflamados se infectan, puede presentarse fiebre.

 

¿Cuál es su diagnóstico?

Dado que no suelen existir síntomas, el diagnóstico de la diverticulosis suele ser accidental. Sin embargo, el caso de la diverticulitis es radicalmente distinto, ya que es difícil de diagnosticar clínicamente solo a partir de los síntomas, porque hay múltiples afecciones sintomáticamente similares como, por ejemplo, el síndrome del intestino irritable (SII) o las hemorroides.

Para establecer un diagnóstico diferencial, el médico de cabecera puede solicitar un análisis de sangre para descartar otras afecciones, como puedan ser la celiaquía o un tumor maligno. Una vez descartadas ciertas dolencias, será necesario realizar una colonoscopia.

Otra técnica para confirmar la presencia de divertículos y conocer si están o no inflamados es la tomografía axial computarizada (TAC). Finalmente, las diverticulosis y las diverticulitis pueden ser diagnosticadas mediante endoscopias, como las que practicamos en Endos Advanced, gracias a nuestro equipo profesional de endoscopias avanzadas en Navarra.

 

¿Cuál es su tratamiento?

En los casos de diverticulosis, no se aplica ningún tratamiento curativo o corrector. No obstante, en caso de ser detectada, es aconsejable hacer un tratamiento de prevención para impedir que la diverticulosis termine convirtiéndose en una diverticulitis. El tratamiento preventivo de la diverticulitis consiste en:

  • Practicar ejercicio ligero regularmente, a fin de favorecer el peristaltismo intestinal.
  • Mantener una dieta saludable y rica en fibra (para ello, se recomienda el consumo regular de cereales, pan integral, vegetales y frutas).
  • Beber mucha agua.
  • Evitar el tabaco, puesto que el hábito de fumar se asocia estadísticamente a una mayor prevalencia de las diverticulosis y las diverticulitis.

Las recomendaciones mencionadas también pueden ser eficaces para eliminar o minimizar los síntomas provocados por una diverticulitis de carácter leve.

Para tratar las diverticulitis de carácter moderado o grave, existe un amplio abanico de opciones, según los síntomas y la gravedad del caso. Estas opciones son las siguientes.

 

Dieta a base de líquidos

El médico de cabecera puede prescribir una dieta exclusiva de líquidos durante unos días, hasta que desaparezcan los síntomas.

 

Tratamiento ambulatorio con medicamentos

Las diverticulitis cuyos síntomas son provocados por una infección de los divertículos se tratan con fármacos antibióticos. También puede usarse paracetamol en los casos que cursan con dolor abdominal. En ningún caso se utilizará aspirina ni ibuprofeno.

 

Tratamiento intensivo hospitalario

Algunos casos graves de diverticulitis infectadas pueden requerir el ingreso hospitalario del paciente. El tratamiento incluye la administración de antibióticos por vía intravenosa. Además, puede ser necesario nutrir e hidratar al paciente por esa misma vía.

 

Drenaje percutáneo

Una complicación frecuente de las diverticulitis es la aparición de abscesos. Cuando esto ocurre, puede ser preciso efectuar un drenaje percutáneo de los abscesos diverticulares.

 

Tratamientos endoscópicos

En los casos de diverticulitis que se manifiestan con hemorragias severas, existen distintas modalidades de tratamiento mediante endoscopias avanzadas como, por ejemplo, la colocación de hemoclips o la aplicación de inyecciones de adrenalina.

Cuando haya que recurrir a tratamientos, como las endoscopias avanzadas en Pamplona, hay que recordar que estas intervenciones solo pueden ser realizadas en clínicas especializadas, que cuenten con un equipo profesional, como el que se encuentra en nuestra clínica de Endos Advanced.

 

Cirugía

Las diverticulitis de mayor gravedad pueden incapacitar al paciente para realizar una vida normal. Cuando los anteriores tratamientos no son efectivos, habrá que extirpar quirúrgicamente la parte del intestino grueso afectada por la diverticulitis.

 

Ahora que ya te hemos explicado en qué consiste la diverticulosis y la diverticulitis, si estás sufriendo alguna patología relacionada, puedes contactarnos para ofrecerte un diagnóstico personalizado y ver qué tratamiento puede ser el más adecuado, en caso de que se necesite.